viernes, 29 de abril de 2011

Lavado coche - Tenerlo siempre con buen aspecto


Siempre que lavamos el coche, parece que nos sentimos nosotros mismos mejor ¿verdad? Ya sea en un lavado automático de coche o en lavados de coche a mano, la sensación que nos queda suele ser de satisfacción, y de hecho algunos fines de semana lo lavamos simplemente para relajarnos.
Podemos lavar un coche de muchas maneras, pero daremos algunos consejos para dejarlo lo más limpio posible gracias a unas pautas que nos beneficiarán en la tarea. El primer paso para dejarlo con un aspecto envidiable, es lavarlo de arriba abajo, incluidas las ruedas por ambos lados. Siempre lava los neumáticos y llantas (o tapacubos) antes de lavar el resto del vehículo, y no uses la misma esponja o materiales de limpiado. De esta manera evitarás rayar o dañar la pintura del coche con restos o pequeñas piedras provenientes de las ruedas.
Usa un buen limpiador de neumáticos con un cepillo fuerte para mejorar el aspecto de los neumáticos, o en su defecto, algún objeto que pueda servir para tal fin.

Lo siguiente es limpiar las llantas o tapacubos con algún limpiador fuerte que quite las manchas de grasa y polvo que se adhieren con el paso del tiempo, y les da esa apariencia oscura y sucia. La aplicación de este tipo de productos puede variar, por lo que es conveniente leer las instrucciones y su uso.
Ahora se debe pasar al lavado del cuerpo del vehículo. Usa un producto especificado para automóviles, ya que los limpiadores normales que usamos en casa pueden eliminar la cera de la pintura, y dañar el acabado. Empezando por la parte de arriba, lava una sección del coche cada vez, extendiendo y limpiando el jabón cuidadosamente. Puedes empezar desde el techo bajando a las puertas laterales, luego a la parte delantera, y finalmente la parte trasera.
Lava la parte trasera siempre al final ya que suele ser el área donde se acumula más suciedad, y puede hacer inservible la esponja u objeto con lo que estás frotando el vehículo. Finalmente coge una manguera o cubo de agua para aclarar, y hazlo de la misma manera con que le diste jabón, de arriba abajo. Cierra bien las ventanas para hacer esto, ya que no queremos inundar el coche por dentro.
Después de esto, es un excelente momento para darle cera, lo cual no solo protege el acabado del coche, sino que hace que los futuros lavados sean más sencillos. Antes de proseguir, vuelve a revisar si hay partículas extrañas en la pintura que no hayamos detectado. Puedes usar un limpiador corriente para quitar estas partículas, disponible en cualquier gasolinera.
Una vez que la superficie esté limpia, aplica la cera siguiendo las instrucciones del fabricante. Normalmente no es aconsejable aplicarlo con la luz directa del sol.
Mantener tu coche limpio y con buena presencia, no requiere un gran esfuerzo, y además nos hace ver nuestro coche de otra manera y con cierto orgullo.

¿Cómo es un cristal de seguridad de un coche?

El cristal de seguridad se utiliza bastante en los automóviles. Es algo que solemos ver al meternos a vehículos o entrando en un edificio público. Existen dos tipos de cristales de seguridad:
• Laminados
• Temperados
Los fabricantes de coches comenzaron a usar los cristales de seguridad laminados, también llamados auto cristales, en 1927. Para hacer este tipo de cristal, el fabricante pone una fina capa de un plástico flexible llamado PVB (polyvinyl butyral) entre dos o más piezas de cristal. La película de plástico sujeta al cristal cuando este se rompe por cualquier motivo, ayudando a que las heridas sean menores en caso de accidente y previniendo que los cristales sueltos se dispersen.
Esta película de plástico puede ensancharse, y los cristales pueden seguir pegados a el. Es también difícil penetrar en un cristal en un cristal de seguridad laminado, comparado con un cristal de coche normal. Estos cristales tan resistentes hacen otra función de seguridad con los pasajeros del vehículo para que se mantengan dentro del coche en caso de volcar. Muchas muertes ocurren al salir disparado el pasajero fuera del coche.
Los cristales laminados de este tipo tienen otras dos ventajas adicionales:
• Reduce la transmisión de sonidos de alta frecuencia.
• Bloquea un 97 por ciento de la radiación ultravioleta.
Este tipo de cristal, también se utiliza en otros apartados como termómetros, invernaderos, oficinas, etc.
El cristal de seguridad temperado es una única pieza de cristal que se procesa usando método de aplicación de calor, el cual se enfría rápidamente para su posterior endurecimiento. Este proceso de temporización, aumenta la resistencia del cristal en diez veces más que uno convencional.
Este tipo de cristal se rompe de forma diferente que los cristales normales. No caen hechos añicos como ocurre en los paneles de cristal que todos conocemos. En vez de eso, se rompen en pequeños fragmentos sin bordes afilados. Estos cristales pueden ser usados tanto en automóviles como en otros departamentos, como por ejemplo gafas, monitores de ordenador, frigoríficos, puertas de hornos, etc.

Funcionamiento del cinturón de seguridad

Podemos decir a día de hoy, que el cinturón de seguridad salva miles de vidas por todo el mundo, y podría evitar muchas más muertes si todo el mundo lo utilizara. Aunque en algunos casos el cinturón de seguridad puede ocasionar heridas, los expertos están de acuerdo en que llevarlo puesto eleva dramáticamente las posibilidades de sobrevivir en un accidente de coche. Según algunos estudios, los cinturones de seguridad reducen el riesgo de morir en los asientos delanteros en un 50 por ciento.
Cuando se piensa en ello, uno no puede dejar de sorprenderse. ¿Cómo puede una pieza de fabricación tan simple ser la diferencia entre la vida y la muerte en un accidente de coche. A continuación se explica el funcionamiento de este importante accesorio.
Concepto de colisiones
La idea básica de un cinturón de seguridad es bastante sencilla: impide que salgas volando por la luna delantera o te desplaces por el interior del coche de forma incontrolada en una parada o vuelco. ¿Pero por qué pasa esto? La respuesta es sencilla, la inercia.
La inercia es la resistencia de los objetos a cambiar su velocidad y dirección de trayecto. Si un coche va a 30 kilómetros por hora, la inercia quiere que siga yendo a 30 kilómetros por hora. La resistencia del aire y la fricción con la carretera están continuamente ralentizando el vehículo, pero la potencia del motor compensa esta pérdida de energía.
Todo lo que está dentro del coche, incluyendo el conductor y pasajeros, tienen su propia inercia, la cual es diferente a la inercia del coche. El coche acelera a las personas a su velocidad. Imagínate que vas a 100 kilómetros por hora de forma continuada. La velocidad que llevas y la que lleva el coche son prácticamente iguales, por lo que sientes que el coche y tú os movéis como una sola unidad.
Si el coche se estrella contra algo, será obvió que la inercia del coche y los pasajeros son independientes. El choque dejará el vehículo frenado de una forma abrupta, pero tu velocidad se mantendrá igual. Sin cinturón de seguridad, tu cuerpo seguirá viajando a los 100 kilómetros mencionados anteriormente con consecuencias desastrosas. Está claro que tendrás que ser frenado, ya sea por la luna delantera, el volante o cualquier parte que esté a tu alrededor.
Aquí entra el cinturón de seguridad. El cinturón será esa fuerza que impida que sigas avanzando a la velocidad que llevabas originalmente. En la siguiente sección veremos como el cinturón de seguridad reduce las opciones de acabar mal herido.
Funcionamiento
En el apartado anterior, se vio que cuando un coche para súbitamente, un pasajero para a la vez debido a la inercia. El trabajo de un cinturón de seguridad es esparcir la fuerza de parada por diferentes partes de tu cuerpo para minimizar los daños.
Un cinturón de seguridad tradicional se compone de una cinta que recorre tu abdomen desde el hombro a la pelvis donde va fuertemente fijada a la estructura del coche. Cuando el cinturón está puesto correctamente, la fuerza de parada se aplica mayoritariamente al torso, pero al extenderse por una parte amplia del cuerpo, la fuerza no se concentra en un solo área, reduciendo los daños.

El material con el que están hechos los cinturones es flexible, por lo que en caso de parada súbita, se estira haciendo mitigando la violencia del la parada. Tienen la habilidad de extenderse y retraerse. Si te inclinas hacia delante despacio, el cinturón permitirá este movimiento, pero en caso de colisión, el cinturón se quedará fijado y te mantendrá en el sitio. Veremos a continuación como lo hace.
Extender y retraer con un cinturón de seguridad
En un sistema sencillo, la cinta del cinturón está conectada a un mecanismo retractor. El elemento central de este retractor es la bobina, la cual está enganchada con una de las puntas de la cinta. Dentro del retractor, un resorte aplica una fuerza de rotación a la bobina por medio de un muelle. Esto sirve para rebobinar la correa que quede suelta y mantenerla ajustada.
Cuando tiras de la correa hacia fuera, la bobina gira y pone el resorte en la misma dirección. La bobina giratoria desenrolla el muelle interno que hace la fuerza de sujeción. El resorte quiere volver a su posición original por lo que notamos que se resiste al destensar la correa. Si soltamos el cinturón, volverá a su posición original.
El retractor tiene un mecanismo de bloqueo que impide que la bobina gire cuando el coche tiene una colisión. Hay dos tipos de mecanismo de bloqueo utilizado hoy en día:
• Sistema por movimiento de coche.
• Sistema por movimiento del cinturón.
El primer sistema mencionado bloquea la bobina cuando el coche desacelera de forma rápida (en un accidente por ejemplo). El elemento central es un péndulo con peso. Cuando el coche se detiene súbitamente, la inercia hace que el péndulo vaya hacia delante. Al otro lado del péndulo, hay un amarre que queda enganchado a la bobina impidiendo que se mueva. Las imágenes muestran un ejemplo de este proceso.

El segundo sistema bloquea la bobina cuando alguien tira de la correa. En la mayoría de sistemas, la activación es la velocidad de la bobina de rotación. El elemento central es un dispositivo centrífugo, el cual es simplemente un pequeño pivote con peso montado en la bobina de rotación. Cuando la bobina gira despacio, el pivote no nota este movimiento. Un muelle lo mantiene en esa posición, pero cuando hay un movimiento más brusco en la correa haciendo que la bobina gire más deprisa, la fuerza centrífuga lleva el la parte final de pivote con peso hacia fuera.
El peso empuja una pieza montada en el retractor, la cual está conectada a una pieza metálica deslizante que mueve una parte dentada. Según se haga el movimiento, la parte dentada queda anclada a la bobina impidiendo su rotación.
Límites de carga
En algunos accidentes, cuando un coche colisiona contra un obstáculo a una gran velocidad, un cinturón de seguridad puede infligir daños serios. Cuanto mayos sea la velocidad, más fuerza se necesita para al pasajero. En otras palabras, cuanto más rápido vayas en el impacto, con más fuerza el cinturón se pegará a ti.
Algunos sistemas de cinturones usan límites de carga para minimizar las posibles heridas causadas en accidentes. La idea básica es liberar algo más de correa cuando una gran fuerza es aplicada en el cinturón.
Con el paso de los años, los cinturones de seguridad han demostrado ser uno de los dispositivos de seguridad más importantes en coches y camiones, aparte del airbag. Aunque no son infalibles, todavía se están produciendo mejoras en el diseño.

GPS coche - ¿Cómo funciona esta tecnología?

Cada vez es más común ver coches con un pequeño aparato colocado en alguna parte del salpicadero, en el cual podemos ver una pantalla con una especie de mapa que se va moviendo y marcando una ruta. ¿De qué se trata? Para algún despistado supondrá que es algún nuevo aparato reproductor de MP3 que solo oye el conductor, pero no… es algo más sutil e interesante.
Se trata de un GPS de coche, el cual tiene la habilidad de marcar una trayectoria de un modo sumamente preciso, en el cual el conductor solo tiene que ir siguiendo el camino que le señala la pantalla. No importa donde esté el vehículo o en que parte de la ciudad o país esté el conductor, el GPS del coche sabrá decirle el mejor camino para llegar a su destino.
Esto está siendo especialmente útil al sector servicios que utilizan automóviles para realizar su trabajo, tales como; taxistas, autobuses, etc. Ya no hace falta aprenderse de memoria hasta la última calle, o preguntar al pasajero que nos guíe en la parte final del trayecto, el GPS será nuestro guía. Últimamente, el uso de este dispositivo está siendo utilizado por particulares de una forma creciente, dando un servicio guiado inmejorable.

Pero ¿cómo funciona esta tecnología? La respuesta es fácil pero a la vez compleja. A continuación se da una explicación precisa de lo que es y cómo se puede entender su funcionamiento:
“GPS (Global Positioning System) es un sistema de navegación basado en satélite y formado por una red de 24 satélites puestos en órbita por el departamento de defensa de los estados unidos. Quién no conoce a alguien que tiene en su coche un navegador GPS o lo utiliza de alguna manera para facilitar sus tareas diarias. El sistema GPS fue pensado inicialmente para aplicaciones militares, pero en los años 80, el gobierno hizo que estuviera disponible para uso civil. GPS funciona las 24 horas del día, en cualquier parte del mundo, y en cualquier condición meteorológica.

¿Cómo funciona GPS?

Los satélites GPS dan la vuelta a la tierra dos veces al día en una órbita muy precisa, y al mismo tiempo transmite señales de información al planeta. Los receptores GPS cogen esta información y calculan la localización exacta del usuario. En esencia, este receptor GPS compara el tiempo que una señal ha sido transmitida por un satélite con el tiempo que ha sido recibida. La diferencia en el tiempo le dice al receptor a cuanta distancia está el satélite. Midiendo algunas distancias más de otros satélites, el receptor puede determinar la posición del usuario y mostrarlo en una unidad de mapa electrónico.
Un receptor GPS tiene que comunicar con al menos 3 satélites para calcular una posición en dos dimensiones, que serían latitud y longitud, también el movimiento. A partir de cuatro satélites, el receptor puede determinar la posición en 3 dimensiones que serían, latitud, longitud y altitud. Una vez que se establece donde se encuentra el usuario, la unidad GPS puede calcular otra información, como velocidad, trazas, distancias, distancia a destinos, horarios, etc.”
Como hemos visto, no importa dónde nos encontremos, ya sea en carretera o en medio de un atasco, quién controla el entorno son los satélites que se encuentran orbitando encima de nosotros. Esto nos da una fiabilidad casi absoluta y una disponibilidad las 24 horas del día.

Reparación del aire acondicionado de coche


La reparación del aire acondicionado del coche algunas veces es comparado con el trabajo de un detective. Los problemas pueden surgir en cualquier punto del sistema de aire acondicionado, y algunas veces no es posible identificar la naturaleza exacta del problema. A consecuencia de esto, normalmente nos toca contactar con un mecánico versado en la reparación de este tipo de sistemas.
El aire acondicionado puede estropearse por fugas en el sistema, bajos niveles de refrigeración, bloqueos en los condensadores, o fallos en el compresor. Algunos de estos problemas son sencillos y pueden ser manejados por uno mismo, y otros son más complejos y necesitarán la mano de un técnico experto.
Hay algunos factores que se necesitan saber para solucionar problemas de aire acondicionado. Podemos contar 5 puntos importantes que tenemos que conocer, como son el compresor, el refrigerador, el condensador, la válvula de expansión, y el evaporador. En algunos vehículos, las válvulas de expansión se pueden cambiar por acumuladores.
Un buen taller puede localizar fugas sin tener que destripar el motor y separar piezas. En conjunto con los componentes básicos anteriormente expuestos, otros accesorios también pueden formar parte del proceso de reparación, como los conmutadores, fusibles, cableado y la correa de ventilación.
El arreglo de un aire acondicionado suele ser caro. La mayoría de las tiendas de venta de piezas por separado, venden estas partes a un elevado precio. Por ello, debemos procurar hacerle un buen mantenimiento cuando hagamos la revisión del coche de forma regular.
Si has notado que últimamente el coche no refrigera como es debido, puede ser debido a varis razones. El primer motivo que nos puede venir a la cabeza es que el refrigerante está a un bajo nivel. Otro motivo es que el condensador está sucio. Este dispositivo suele ir montado en frente del radiador. Muchas veces se llena de hojas, insectos y demás suciedad que recibe al circular por carretera. Puede que simplemente limpiando el dispositivo, el problema se solucione.
Otro elemento que puede que esté fallando, es el ventilador de refrigeración del condensador. El condensador suele traer su propio ventilador eléctrico aparte. Si el problema es mecánico, entonces puede que nuestros conocimientos no sean suficientes. En todo caso nos convendrá tenerlo solucionado antes de la época de conducción de verano y sus altas temperaturas.

Algunos consejos para conducir en verano

Un rápido y sencillo chequeo al automóvil, puede preparar y ayudar a un vehículo para el desgaste que producen las altas temperaturas en verano, y prolongar su fiabilidad en viajes largos por carretera. A continuación se dan algunos consejos y verificaciones para afrontar esta calurosa temporada, sobre todo si vas a hacer un vieja en breve:
• Neumáticos – Para prevenir inconvenientes y peligrosos fallos en los neumáticos, examínalos para localizar posibles desgastes en el dibujo y los bordes interiores. Asegúrate de que el inflado sea el correcto y se mantenga así regularmente.
• Aceite del motor – Verifica el nivel y las condiciones del aceite del motor. Si conduces bajo condiciones extremas, tales como temperaturas altas, o llevando pesos muy grandes, puede que tengas que cambiar a un aceite de motor de más viscosidad. Nunca es mala idea volver a leer el manual del vehículo para ver las recomendaciones del fabricante.
• Aire acondicionado – Un sistema de aire acondicionado funcionando correctamente es primordial cuando se acerca el verano. Si es necesario, haz que un servicio técnico comprueba la eficacia de tu aire acondicionado. Puede que sea el momento de cargarlo con refrigerante para sacarle todo el partido.
• Kit de emergencia – Incluso los coches mejor preparados con un buen mantenimiento, pueden tener una avería insospechada en cualquier punto de nuestro viaje. Se aconseja llevar siempre en el maletero del coche un kit de emergencia que contenga los siguientes elementos: Una linterna con baterías extra, cables para la batería, un botiquín de primeros auxilios. Por supuesto, no hace falta incluir los triángulos de aviso, el chaleco reflector ya que son obligatorios. Otra importante cosa a tener en cuenta, es llevar un teléfono móvil cargado por si tenemos que pedir ayuda en una emergencia.
Como se puede ver, no son muchas cosas las que hay que recordar, aunque teniéndolas todas en cuenta, nos pueden evitar pasar un mal rato si utilizamos nuestro vehículo en verano.

Consejos para evitar el posible robo de un coche

Muchas veces que te roben el coche es inevitable, sobre todo en ciudades y núcleos urbanos de gran envergadura, pero podemos evitar algunos de ellos si seguimos unos sencillos procedimientos.
1 – Llévate siempre las llaves contigo. Un alto número de robos de coches se producen porque nos dejamos las llaves puestas. Esto ocurre bastante en las gasolineras, cuando vamos a pagar y dejamos el coche solo por un momento. Hay gente vigilando que el coche se quede con las llevas puestas por unos pocos minutos.
2 – Cierra el coche. Un alto porcentaje de automóviles son robados por no cerrar el coche cuando lo dejamos para realizar alguna tarea.
3 – Nunca dejes una copia de las llaves en el coche. No conviene facilitarles el trabajo a los ladrones si consiguen acceder al interior del vehículo.
4 – Procurar dejar el coche en áreas bien iluminadas. La gran mayoría de los coches se producen de noche. Cuanta más luz haya, más complicado se los ponemos a los ladrones.
5 – Nunca dejar el coche con el motor en marcha, aunque sea por un minuto. Existe una costumbre más generalizada de lo que suponemos, de dejar el coche en marcha para tareas breves o en zonas donde no pensamos que puede ocurrir nada. No debemos dejar el motores marcha, bajo ninguna circunstancia.
6 – Comprueba las puertas y ventanas cuando hayas aparcado el coche. Algunas veces se ha podido quedar algo abierto porque han montado más personas.
7 – No dejes cosas de valor a la vista. Esto puede hacer que tu coche sea el objetivo de alguien que esté controlando si puede obtener algo de valor en coches aparcados. Guarda todo antes de abandonar el vehículo.
8 – Intenta dejar las ruedas del coche algo curvadas cuando aparques y te vayas. Esto hace más difícil que un ladrón empuje el coche o lo desplace.
9 – Si tienes un garaje, úsalo. Si dispones de una plaza de garaje, tómate tu tiempo y utilízala por las noches. Siempre será menos vulnerable. Aun si lo tienes en un garaje, ciérralo con llave como si lo tuvieras en la calle.
10 – Intenta no dejar los papeles del coche en la guantera o algún otro departamento. Lo mejor es llevarla en la mano o en una cartera cada vez que cojamos el coche. Si esto es demasiado engorroso, deja los originales en casa y haz fotocopias para dejarlas en el coche.
11 – Si vas a dejar el coche aparcado por un espacio de tiempo prolongado, deshabilítalo de algún modo para que no lo puedan arrancar. Hay varios medios para hacer esto y es una garantía de que no lo moverán del sitio.
12 – Para complicárselo al ladrón más aun, podemos grabar elementos del coche con algún identificativo, como los tapacubos, equipo de música, ventanas, lunas accesorios, etc. En caso de robo, no se arriesgarán a tener un coche marcado por mucho tiempo.
Estos consejos no evitarán un robo de coche, pero de algún modo bajarán las posibilidades de que el coche no esté en el lugar donde lo dejaste la noche anterior.

Algunos consejos para ahorrar gasolina

Los precios de la gasolina suben y bajan continuamente, y no podemos hacer nada. Lo que si podemos hacer es poner en práctica algunos trucos que nuestros bolsillos agradecerán. Damos algunos consejos para ahorrar gasolina cuando vengan esas épocas de subidas desorbitadas del combustible.
Mantén tu coche siempre con un mantenimiento básico y los más correcto posible. Los coches en condiciones más precarias suelen gastar más gasolina.
Si tienes que salir de vacaciones o de viaje de negocios, y habías pensado llevarte el coche, planea el viaje con anterioridad. De esta manera evitarás una conducción innecesaria si trazas la ruta ideal.
Cuando utilizas el aire acondicionado, haces un mayor uso del combustible que utilizas. Usa el aire acondicionado de una forma inteligente. Usa los niveles altos al principio y luego mantenlos bajos para que se conserve la temperatura. Cuando el coche este frío, apaga el aire acondicionado y deja que el ventilador mueva ese aire durante un tiempo, y vuelve a activarlo cuando notes que la temperatura sube. Cierra las ventanas del coche cuando uses el aire acondicionado.
Vigila la presión de tus neumáticos. Intenta tenerlos siempre a punto, aunque tampoco los pongas con más presión de la necesaria, ya que esto también puede elevar el consumo de gasolina.
Evita los atascos dentro de lo posible. Este punto es casi imposible de realizar, sobre todo si vives en una ciudad, pero busca itinerarios alternativos y un horario donde las masificaciones de coches sean menores.
Retira de tu coche utensilios innecesarios. No necesitas cargar con cadenas para la nieve en verano, u otros objetos que no te vayan a servir en tu conducción. Recuerda que tu coche no es un almacén o trastero.
No mantengas el coche encendido en situaciones necesarias. Si estás esperando a alguien o en una caravana, y piensas que no vas a moverte en más de 5 minutos, puede que sea mejor apagar el coche.
En los coches más modernos, no hace falta tenerlos encendido por las mañanas para que se calienten.
No vayas a grandes velocidades a no ser que sea necesario. Aparte de que es contraproducente y puede ser motivo de una multa y pérdida de puntos (dependiendo donde te encuentres), el gasto será mayor.
Procura salir de los semáforos despacio cuando se pongan en verde. No estás haciendo una competición con el conductor que tienes a tu lado. Los que salen derrapando rueda y haciendo mucho ruido, son los que gastan más combustible.
No hace falta comprar la gasolina o gasoil más cara. La mayoría de los coches están preparados para funcionar con todo tipo de carburantes. Consulta el manual de tu vehículo o a un mecánico de confianza para asegurarte de este punto.
No utilices el coche para cualquier cosa. Mucha gente coge el automóvil para desplazarse 200 metros solo para comprar el periódico. Acostúmbrate a andar siempre que sea posible, o utiliza un vehículo alternativo como la bicicleta.
Si el precio sube de una forma desorbitada, no llenes el depósito del todo. Espera a hacerlo cuando los precios vuelvan a bajar y esté la gasolina más barata. Es cuestión de tener paciencia, ya que los precios de los carburantes suelen variar con frecuencia.
Poniendo todos estos pequeños consejos en práctica, te sorprenderá a la hora de contabilizar el gasto realizado para ahorrar gasolina.

Algunas preguntas que te tienes que hace al comprar coche

Comprando un coche nuevo o usado es algo muy importante en la vida de cualquier persona. Es usualmente un paso que lleva cierto tiempo, y representa un sitio donde se pasarán muchas horas diariamente, ya sea en vacaciones, trabajando, o en otras circunstancia. Por esto mismo, hay que dedicarle el tiempo y la preparación necesarios para comprar el futuro coche.
Hay algunas cosas que la gente puede hacer en Internet, leyendo revistas, preguntando a amigos, usando buscadores de compra/venta de coches, y otros métodos para iniciar la búsqueda del nuevo automóvil. A continuación se dará un procedimiento que puede resultar útil eligiendo un coche, y algunas preguntas que deberíamos hacernos.
1 - ¿Cuántas personas utilizarán el vehículo?
Considera tus hábitos de conducción y tus futuros planes con tu futuro coche. Hay que tener en cuenta el número de familiares que van a hacer uso del coche. En temporada de vacaciones se necesitará espacio para el equipaje y asegurar la comodidad de todos los miembros. Claramente, un coche de pequeñas proporciones no será lo más adecuado.
2 - ¿Cabe en mi plaza de garaje?
No solo se trata de la plaza de garaje en si, sino en el camino para llegar a ella. En ocasiones, debemos aparcar nuestro coche en garajes con curvas muy cerradas, columnas que molestan, y puede ser incómodo llegar a nuestra plaza si el coche es demasiado largo o ancho. No es mala idea valorar esto.
3 - ¿Cuánto dinero me puedo realmente gastar?
Hazte una planificación real, honesta, y calcula un presupuesto que de verdad se ajuste a lo que te puedes permitir. No solo hagas cuentas de lo que tendrás que pagar al mes en los próximos años con una entrada determinada, sino cuenta también los seguros, y gatos adicionales que tendrás.
Cada vez es más común ver a personas que se meten en coches por encima de sus posibilidades, sin tener en cuenta otros gastos, como vivienda, extras, etc. Comprar un vehículo que te puede permitir te ahorrará posibles problemas en el futuro.
4 - ¿Qué se debería consultar antes de ir a un concesionario?
Casi todo el mundo conoce a alguien que entiende de coches o te puede informar de primera mano. Ya sea porque hayan trabajado en el mundo del automóvil o simplemente hayan realizado muchas compras, te serán de valor a la hora de pedir consejo.
Si no se conoce a nadie de estas características, no pasa nada por preguntar todo lo que queramos en cualquier establecimiento de automóviles. No hay un compromiso establecido para hacer una venta cuando vamos a preguntar, por lo que visita y pregunta a todos los vendedores que haga falta sin compromiso. Cuando tengas toda la información disponible, sabrás donde tienes que comprar.

¿Coches automáticos o manuales?


Para aquellos que no conocen la diferencia, damos a continuación un breve resumen. Los coches con transmisión automática significan que tienen dos pedales (acelerador y freno), y las marchas se cambian de forma automática, dependiendo de la velocidad a la que se vaya. Este tipo de coches se pueden encontrar normalmente en América y Méjico. Los coches con transmisión manual implican un tercer pedal llamado embrague. Con este pedal, el conductor puede cambiar las marchas a su antojo, y los podemos encontrar en la mayoría de los países del mundo.
Ambas modalidades tienen sus ventajas y desventajas, por lo que se intentará dar una explicación lo más clara posible.

Para empezar, hablaremos de la transmisión automática. Este tipo de coche tiene la ventaja de la comodidad y el no tener que preocuparte nada más que de conducir. Los usuarios de los coches automáticos comentan que de esta manera pueden prestar más atención a la carretera que si usaran un coche de marchas. Se dice que al no manipular los cambios de marcha incorrectamente, esto hace que el motor dure más tiempo. Otra ventaja es que tiene un menor consumo ya que no hay posibilidad de alcanzar una velocidad alta con una marcha corta.
Por otro lado, en un coche de marchas se tiene la opción de conseguir una mejor aceleración en ciertas circunstancias. Bajar a una marcha más corta tiene la ventaja en invierno de impedir que las ruedas patinen y al mismo tiempo desacelera el motor. Ninguna de estas opciones está disponible con los automóviles automáticos, y se ha pensado seriamente en la cantidad de accidentes que se podrían haber evitado con una caja de cambios. Aun así, aunque la conducción se llega a realizar de una forma casi natural, hay que estar pendiente de las marchas y en ocasiones nos podemos equivocar produciendo esos tirones y forzado del motor.
En general, los coches manuales son más profesionales que los automáticos, al poder personalizar la potencia/velocidad tú mismo, aunque requiere algo más de aprendizaje y atención. Los automáticos son más fáciles de usar pero tiene el inconveniente de no tener el control total sobre nuestras acciones en la carretera.

Cuidado de la batería del coche

Todos los coches la tienen, y solemos ignorarla como algo que dura para siempre, hasta que nos empieza a dar problemas y recordamos que está ahí. ¿De qué hablamos? De la batería del coche. Tecnologías avanzadas han creado las baterías de libre mantenimiento, las cuales van equipadas prácticamente en todos los coches que se producen hoy en día. Se supone con esto que no hay que hacer nada con ellas. Sin embargo, el término “libre mantenimiento” no es del todo preciso, por lo que hay que hacer un cierto grado de mantenimiento y cuidado de las baterías de coche. Un mantenimiento de batería no es difícil de hacer, por lo que veremos que hay que hacer para mantener tu coche en marcha.

Antes de continuar, uno debe asegurarse que la batería está totalmente sellada. Si no lo está, entonces la definición de “libre mantenimiento” no corresponde y tendrás que añadir agua de forma regular. Las baterías que no van selladas son fáciles de identificar ya que tienen pequeñas aberturas con tapones en la parte superior las cuales se pueden abrir. Tendrás que añadir periódicamente agua destilada para mantener los niveles de agua, y más aun en los meses de verano ya que el agua tiende a evaporarse rápidamente. No dejes que tu batería se quede sin agua ya que se quedará inutilizada y tendrás que cambiarla.
Si la batería que tienes instalada en tu coche es de la variedad sellada, entonces la etiqueta de “libre mantenimiento” solo es parcialmente verdad ya que este término solo significa que no tienes que poner agua.
Con cualquier tipo de batería, ya sea sellada o no sellada, debes hacer lo siguiente para que siga funcionando correctamente:
• Limpia los cables. Desconecta los cables de la batería y límpialos con un cepillo de alambre especializado para piezas mecánicas, con un líquido formado por agua y bicarbonato de potasio. Usa la misma mezcla para limpiar la parte superior de la batería, y hazlo con una brocha más pequeña donde sea más complicado llegar.
• Lubrica los conectores. Puedes usar una vaselina industrial o grasa para engrasar las conexiones y así evitar futuras corrosiones. Aparte de esto, la grasa hará más fácil volver a poner las conexiones en sus bornes.
• Revisa las sujeciones. Aparte de las conexiones, deberías comprobar que la batería está bien anclada y no se mueve.
Y eso es todo, el mantenimiento de una batería es una tarea sencilla y debería ser hecha por lo menos una vez al año. Si mantienes tu batería en buenas condiciones, prolongarás su vida y reducirás las posibilidades de que falle en el momento más inoportuno.

Comprar coches usados - Algunas cosas a tener en cuenta

Cualquier persona que está en un concesionario para comprar coches usados, sea clásico o de lujo, se ha sentado en alguno de ellos en algún momento. Esto para muchos es una de las partes más importantes, ya que el sentirse cómodos, ya estarán medio convencidos de realizar la compra. Comprar un coche usado puede ser algo intimidatorio y puede que algunas veces no se sigan unos simples pasos que nos ayudarán a comprobar el estado del vehículo, tanto en el interior, como en el exterior.
1 – Cuando te sientes en el coche que estas verificando, comprueba que los asientos se muevan de atrás hacía delante de forma correcta y sin tirones. Comprueba de paso que los cinturones de seguridad se ajustan tal como deberían.
2 – Usa los pedales para comprobar su funcionamiento. Mientras que el coche está apagado, pisa cada uno de ellos por separado. Cuando este completamente pisado, libéralo rápidamente soltando el pie. ¿Se queda el pedal enganchado o a medio camino? No debería ser así.
3 - ¿Funciona el aire acondicionado y la calefacción? Pruébalos por separado con tranquilidad. Haz las pruebas que tengas que hacer. Es bastante desagradable darte cuenta de algo estropeado Después de llevarte el coche a casa.
4 – Comprueba los alrededores del vehículo. Por ejemplo, levanta las alfombrillas y mira si hay algún agujero o parche en la parte inferior que estaban escondidos. Asegúrate de que los compartimentos, como la guantera, abren y cierran bien. En definitiva, busca alguna cosa visualmente que se salga de lo normal.
5 – Si se supone que el automóvil debe llevar airbags, comprueba que efectivamente se encuentran ahí y que funcionen adecuadamente. Busca luces de aviso sobre el estado de los airbag. Si no se encienden al arrancar el coche, puede que los airbag no estén instalados o no funcionen correctamente. Aprovecha para ver si la bocina funciona, no es broma.
6 – Revisa todas las luces y pilotos, tanto dentro como fuera del coche. Haz esta revisión en todas las luces externas, como faros (de posición, cortas y largas), intermitentes y antiniebla.
7 – Puede sonar como un tópico, pero da unas vueltas al coche dándole unas patadas a los neumáticos para comprobar su consistencia.
8 - ¿Qué aspecto tiene el coche? Si parece que ha sido repintado, averigua porque. Si la pintura está cubriendo un viejo accidente, lo deberías saber en caso de que hubiera problemas mecánicos relacionados.
9 – Asegúrate que el número del bastidor esté en buen estado y que no lo hayan intentado borrar. Si notas que hay cambios en este identificativo, olvídate del vehículo.
Muchas veces, antes de vender un coche de segunda mano, le hacen un simple mantenimiento para tapar defectos. Como ya sabrás, es una buena idea ir acompañado de alguien que realmente conozca el funcionamiento de un automóvil, como puede ser un amigo o familiar mecánico. Esto nos dará una garantía adicional de que al comprar coches usados, no nos equivocaremos.

Consejos básicos para un mantenimiento de coche correcto

Si quieres tener un futuro problema con tu coche, olvídate de tomarte un tiempo de vez en cuando para hacerle una sencilla revisión. Este será un método seguro para que tu vehículo te deje tirado en el lugar más remoto o inadecuado que te puedas imaginar. En lugar de tentar a la suerte, ¿por qué no aprender a realizar un mantenimiento de coche básico para que siga funcionando correctamente?
Si tu coche tiene ya algunos años y has dejado de hacer las revisiones correspondientes a la compra de tu coche, esto no significa que debas despreocuparte indefinidamente. Seguir una rutina de mantenimiento hará que tu automóvil dure muchos años más.
Hazle un chequeo al aceite todas las semanas, o como mínimo cada dos. Los motores funcionan a temperaturas extremadamente altas y algunos modelos gastarán aceite de motor de una manera alarmante. Circular con un coche sin una gota de aceite, no es lo más aconsejable si quieres conservar el vehículo. Esto dañará el motor hasta dejarlo fuera de juego. Si esto ocurre, tendrás que comprar otro motor o pensar en otro coche. Ambas alternativas son costosas, por lo que este primer mantenimiento, aparte de ser simple, es fundamental.

Cambia el aceite cada 5000 kilómetros aproximadamente. Después de conducir un cierto tiempo, el aceite se ensucia y enturbia. Manteniendo el aceite a un nivel aceptable de pureza, reduce las impurezas en el motor. Aprovecha cada cambio de aceite para cambiar también la correa del ventilador. De esta manera será fácil de recordar que debes hacer ambas cosas.
El anticongelante debería ser cambiado todos los años. Lo ideal sería llevar el coche a un sitio profesional para que vaciaran el sistema de refrigeración y reemplazar los tanques con el nuevo refrigerante. Esto ayudará a mantener el radiador libre de fugas.
El líquido de la transmisión debería ser revisado regularmente. El fluido debería ser cambiado cada 60.000 Kilómetros más o menos.
Una cosa que se debe hacer de vez en cuando y de forma casi instintiva, es ver si el coche tiene fugas. Si tienes garaje, observa si en el suelo hay algún liquido reciente, y si lo tienes en la callo, observa dentro de lo posible si hay manchas. Si ves algo, toma nota del color del fluido y lleva el coche a un taller cuanto antes. El fluido de transmisión suele ser rosado, el anticongelante verde, el aceite marrón claro, y el líquido de los frenos es rojizo. Esto puede variar un poco, aunque suele ser de esta manera. Sabiendo el fluido que se está derramando, puedes ayudar al taller a determinar cual es el problema.
Para mantener tu sistema de aire acondicionado funcionando bien, ponlo en marcha una vez al mes, incluso en invierno. Lo mismo ocurre con la calefacción. Debería ponerse ocasionalmente en verano para un mantenimiento adecuado.
Cada cierto tiempo, y sobre todo si tienes un viaje en perspectiva, comprueba los frenos dando un frenazo un poco brusco para ver como reaccionan. Este simple elemento salva vidas por lo que deben estar siempre al cien por cien. Lo mismo ocurre con los neumáticos. Los neumáticos deberían ser cambiados cada 12.000 kilómetros aproximadamente. Haz una inspección visual cada dos meses y busca imperfecciones o algo que se salga de lo común.
Presta atención a tu batería. Si ves que se están formando capas de un material blanco en los terminales, límpialos con un cepillo y agua con bicarbonato de sodio. En el plano estético, no es mala idea darle una capa de cera dos o tres veces al año para mantenerlo libre de óxido.
Con estas simples indicaciones, tu coche aguantará algún tiempo más sin darte un disgusto o susto.

Entendiendo el funcionamiento de un airbag

Desde que se inventó, el airbag ha creado ha creado un rol especial en la industria del automóvil en términos de funciones de seguridad. Hoy por hoy, está demostrado que un airbag puede salvar la vida a una persona durante una colisión, aunque todavía existan personas que piensen que puede ser más perjudicial que beneficioso.
Un airbag es un objeto inflable y flexible, que contiene aire u otra clase de gas. Es también llamado ACRS (Air Cushion Restraint System), y su misión es absorber el impacto producido por el choque de un automóvil creando un cojín amortiguador, y así reduciendo las heridas de los ocupantes del vehículo.
El sistema de airbag consiste en tres partes básicas: el módulo airbag, el sensor de choque, y la unidad de diagnóstico. Cada parte desarrolla un papel significativo durante una colisión. El módulo airbag es el que contiene el mecanismo de fábrica que se infla durante el choque. Básicamente, existen dos tipos de módulos airbag, los cuales son el airbag de conductor y el airbag de pasajero. El airbag de conductor está localizado en el volante y el airbag de pasajero esta puesto en el panel de instrumentos.

Ya que los vehículos pueden tener uno o más sensores de choque, están localizados en distintos áreas – en la parte frontal cerca del parachoques, o en el compartimento de pasajeros. El sensor de choque funciona como un dispositivo de conmutación que mide la desaceleración, lo cual es simplemente el promedio de bajada de velocidad de un coche en un tiempo determinado. El sensor es activado durante el choque del vehículo, el cual es la fuerza que ha sido generada en la parte frontal o trasera del coche.
La última parte del sistema de airbag, es la unidad de diagnóstico, el cual actúa como un condicionador para el airbag. Mide el estado del airbag en caso de choque. Esta unidad se activa cuando el motor del coche se enciende. Hace un chequeo del airbag para averiguar si se encuentra en condiciones de poderse usar, y si surge algún problema, una luz de aviso es activada avisando al conductor de que el airbag debe ser revisado.
Durante su desarrollo inicial, los airbag solamente se concentraban en los impactos frontales. No podía absorber los impactos generado en la parte trasera o lateral del vehículo, haciéndolo más inefectivo e inseguro si lo comparamos a los posteriores. Hoy en día, con lo nuevos adelantos y tecnologías en medidas de seguridad, existen airbags laterales, traseros, e incluso de cortina para proteger a los pasajeros.

miércoles, 27 de abril de 2011

¿Cómo funcionan los frenos de un coche?

Todos sabemos que apretando el pedal central de nuestro vehículo hace que el coche se pare, pero ¿Cómo ocurre? ¿Cómo transmite el coche la fuerza necesaria desde tu pierna a las ruedas para que el automóvil se detenga? ¿Cómo multiplica la fuerza esa fuerza para que sea suficiente para frenar algo tan grande como un coche, camión y otro tipo de máquina sobre ruedas?
Cuando aprieta el pedal de freno, tu coche transmite esa fuerza desde tu pie a los frenos a través de un fluido. Al necesitar los frenos una fuerza mucho mayor que la que puedes ofrecer con tu pierna, el coche debe aumentar considerablemente esa fuerza ejercida por los músculos de tu pierna. Lo hace de dos formas:
• Elementos mecánicos.
• Multiplicación por fuerza hidráulica.
Los frenos transmiten la fuerza a los neumáticos usando la fricción, y los neumáticos transmiten la fuerza a la superficie de la carretera usando también la fricción.
Sistemas hidráulicos
La idea básica detrás de cualquier sistema hidráulico, es bastante sencillo. La fuerza aplicada en un punto es transmitida a otro punto usando algún tipo de fluido, casi siempre algún tipo de aceite. Muchos sistemas de frenado también multiplican la fuerza ejercida durante el proceso. Si unimos dos cubos con agua por medio de una tubería, y presionamos el líquido de uno de ellos hacia abajo, el segundo cubo verá aumentado su nivel de agua. Esto ocurre porque la fuerza al presionar el primer cubo es trasmitida al segundo por medios hidráulicos.

Fricción
La fricción muestra claramente lo difícil que es deslizar un objeto contra otro. Los materiales tienen diferentes estructuras a un nivel microscópico. De hecho es más difícil frotar una goma de borrar con otra que frotar dos piezas metálicas. El tipo de material determina el coeficiente de fricción, y la fuerza necesaria para mover un objeto es proporcional al peso de dicho objeto. Cuanto más pese el objeto, más fuerza se requerirá. Este concepto es aplicable a los frenos y los clutches de un coche, donde una almohadilla o pastilla es presionada contra un disco giratorio. Cuanta más fuerza se aplica a la almohadilla, mayor será la fuerza de parada.
Básicamente, cuando apretamos el pedal del freno de nuestro coche, estamos presionando el líquido de frenos localizado en un depósito o cilindro, y conectado a las pastillas de nuestras ruedas (normalmente las delanteras) por medio de cilindros y válvulas. En la trayectoria entre la localización de dicho líquido y las pastillas, la fuerza se ve incrementada por 36 gracias al sistema hidráulico antes mencionado.
Es importante hacer regularmente un mantenimiento del coche para verificar el líquido de los frenos, ya que sin ello la función de frenado simplemente no puede completarse.
¿Qué hacer si nos quedamos sin frenos?
Si nos quedamos sin frenos cuando nuestro coche está en marcha, estamos en un apuro, pero existen ciertas cosas que podemos hacer para salir del aprieto. Lo primero es mantener la calma. Debemos retirar el pie del pedal de aceleración y olvidarnos de él hasta que el problema quede resuelto. Lo siguiente es presionar en sucesiones breves y cortas, el pedal del freno. Esto puede generar suficiente presión en el sistema de frenado para que el coche se detenga.
Mientras tanto, puede ir reduciendo las marchas una a una y de forma rápida. Si vas a mucha velocidad, no podrás hacer un cambió a una marcha corta directamente por lo que tendrás que pasar por todos los cambios. El motor hará un ruido desagradable, pero en una emergencia esto es lo que menos importa.
Una vez que el coche haya disminuido considerablemente de velocidad, podemos utilizar el freno de mano para parar totalmente el vehículo. No lo uses si vas a mucha velocidad porque los efectos podrían ser desastrosos.

martes, 12 de abril de 2011

Cuando debe revisarse la Suspensión (Alerta a los 50.000 kilómetros)

El hecho de llevar unos amortiguadores y unos muelles correctamente revisados mejora notablemente la comodidad y la seguridad en carretera. Si quiere comprobar que la suspensión del coche está en condiciones correctas hay que subirse al capó, en la zona de la rueda izquierda o derecha, y bajar de golpe. Si el capó vuelve a su posición lentamente, el amortiguador todavía funciona bien; por el contrario, si lo hace rápidamente, puede haber problemas. Aunque tras esta revisión “artesanal”, lo mejor en caso de duda es llevarlos a un taller y efectuar una revisión.
¿Pero cuándo debe revisarse la suspensión? ¿Cuándo debe cambiarse? ¿Cuánto costará? Los expertos aconsejan revisar las suspensiones cada 20.000 kilómetros, y suele estar establecido que los amortiguadores se sustituyan cada 50.000 kilómetros, aunque esta distancia dependerá en buena manera del tipo de zona por la que se transite habitualmente y el desgaste al que se someta la amortiguación. Cuantos más baches, menor será el tiempo de vida, sobre todo si hablamos de un turismo convencional. Pero ante todo hay que estar atentos a cualquier anomalía que se pueda detectar, como fugas de aceite o de gas del amortiguador. Esa revisión ocular puede prevenir incómodas averías y asegurar que no se compromete la seguridad del conductor ni la de los acompañantes.
¿Cómo nos afecta una suspensión deficiente?
Hay que tener en cuenta que uno de los mayores peligros de la carretera es la costumbre. Cuando los amortiguadores están desgastados, el conductor puede llegar a acostumbrase al comportamiento del vehículo en ese estado, ya que el desgaste se produce de manera lenta y progresiva. Por esta razón hay que tener mucho cuidado. Una de las principales consecuencias de llevar los amortiguadores desgastados es la pérdida de estabilidad del vehículo. Se producen peligrosos balanceos que pueden hacer salir el coche de la carretera; incluso el control de estabilidad puede funcionar de forma deficiente, y sistemas como el ABS pierden eficacia debido a que el neumático puede llegar a perder el contacto con el asfalto.
Otro aspecto importante sobre el que incide el desgaste de las suspensiones es la distancia de frenado. La suspensión no sujeta bien el coche y se producen más inercias, con lo que la distancia de frenado aumenta hasta en 2,5 metros si se circula a 100 km/h. En días de lluvia también aumentan el riesgo de aquaplanning y, en calzadas irregulares, el funcionamiento incorrecto de las suspensiones provoca que los faros delanteros vibren en exceso, con la consecuente molestia para los conductores que preceden al coche en mal estado. Si ninguna de estas razones sirve para convencer de la necesidad de cambiar la suspensión, hay algo que no falla: el dinero. Unas suspensiones mal regladas provocan el desgaste prematuro de los neumáticos, lo que hace que se deban cambiar prematuramente. De hecho, su vida útil puede verse reducida hasta en un 20%.

Conoce tu suspensión

A no ser que se sea un experto en coches, es raro conocer cómo funciona un automóvil por dentro y no mucha gente sabe qué se esconde en ese recóndito lugar tras la rueda. En la estructura de un automóvil, las suspensiones son el nexo de unión entre las ruedas y el chasis del coche. Según la definición de la RAE, las suspensiones son el conjunto de las piezas y mecanismos destinados a hacer elástico el apoyo de la carrocería sobre los ejes de las ruedas. Dentro de este mecanismo existen dos piezas principales:
• Muelle. Es el elemento elástico que se interpone entre las ruedas y el bastidor a través de distintos tipos de unión. Existen cuatro tipos de muelle: el helicoidal, que es el más utilizado actualmente; la ballesta, que suele montarse en vehículos que necesitan una gran capacidad de carga y donde la comodidad es menos importante; el muelle neumático, muy utilizado en los todoterrenos para poder variar la altura libre al suelo cuando se internan en terrenos difíciles y, finalmente, la barra de torsión.
• Amortiguador. Se encarga de controlar la energía que el muelle absorbe y que luego devuelve prácticamente en la misma proporción, cuando el automóvil pasa por un bache. Reduce así las oscilaciones de la carrocería. También existen varios tipos de amortiguación: hidráulicas, hidráulicas con válvulas, de doble tubo (los más usados en los automóviles convencionales), monotubo, de frecuencia selectiva, reológico, y regulables en dureza.
Sumando estos dos elementos obtenemos los sistemas de suspensión. De forma general, podemos encontrarnos con los siguientes:
• Suspensión autonivelante. En los vehículos que están pensados para llevar grandes cargas, la altura de la suspensión puede variar debido a este peso. Para mantener la misma altura, este tipo de suspensiones tiene unos sensores que detectan la variación de la altura de la carrocería y mediante un sistema neumático vuelve a la posición normal.
• Suspensión de altura variable. Se basa en los muelles neumáticos. En lugar de una ballesta o un muelle helicoidal se pone un cilindro lleno de aire unido al eje de las ruedas y un pistón que se desplaza por su interior unido a la carrocería. Para bajar y subir la carrocería, se desinfla o se infla el cilindro y se sube o se baja el pistón. Para inflarlo o desinflarlo se utiliza un compresor que funciona por el motor del coche. Esta altura puede variarla el conductor a través de un mando situado en el salpicadero, o se puede cambiar de forma automática mediante sensores que detecten las necesidades del vehículo. Este sistema de amortiguación es de los más caros del mercado. Normalmente aparece como extra en las listas de opciones de modelos de gama alta.
• Suspensión independiente. En ella no existe unión rígida entre las ruedas del mismo eje. Es el sistema más usado en los coches actuales y el que proporciona mayor confort y estabilidad. Según el movimiento de la rueda en relación a la carrocería existen tres tipos de suspensión independiente: McPherson, paralelogramo deformable y rueda tirada.
• Eje rígido. Las ruedas del mismo eje están unidas por un elemento rígido. Su estructura es más simple y ofrece menos estabilidad y confort que las suspensiones independientes. Normalmente este tipo de suspensión se monta en el eje trasero de todoterrenos y pick-ups. Resulta muy robusto para conducción offroad y para soportar grandes cargas.

SISTEMA DE SUSPENSIÓN: AMORTIGUADORES

El sistema de suspensión del vehículo es el encargado de controlar el comportamiento de las ruedas en contacto con el suelo. Los amortiguadores son los mecanismos que proporcionan seguridad y confort durante la conducción y que aportan estabilidad al vehículo.

Como consecuencia del mal estado de los amortiguadores:

- La distancia de frenado aumenta y la frenada se vuelve más inestable.

- Los neumáticos se desgastan de forma prematura y disminuye su adherencia. Aumenta el riesgo de aquaplaning.

- El nivel de confort de los ocupantes del vehículo se ve mermado por las sacudidas durante la conducción.

- Se produce el deterioro de algunos de los elementos de los sistemas de suspensión y dirección del vehículo.

- Las luces de tu vehículo pueden deslumbrar a los conductores que se acercan en sentido contrario.

- Se acentúa la inestabilidad de la dirección y la dificultad de controlar el vehículo en las curvas.

El desgaste de los amortiguadores es difícil de detectar por parte del conductor, ya que lo más común es que nos habituemos de forma progresiva a las deficiencias del sistema.

En las revisiones pide una sustitución de los muelles que no tengan la flexibilidad ni la presión adecuada, una comprobación de las posibles fugas de líquido o de gas y, en general, la verificación de que no existe ningún elemento del sistema que esté deteriorado. Sigue las revisiones indicadas en el manual de mantenimiento de tu vehículo y pide siempre los recambios que aconseje el fabricante.

Mantenimiento del tren delantero y la alineación

El comportamiento de la dirección nos informa del estado del tren delantero y los neumáticos.
Salvo problemas en el sistema de asistencia (hidráulica o eléctrica), si la dirección gira con menos facilidad o está dura, es probable que los neumáticos delanteros estén desinflados. Este comportamiento también puede deberse a una carga excesiva en el vehículo.
Si la dirección tira hacia un lado, es síntoma de que la rueda de ese costado está desinflada. También puede deberse a un viento fuerte lateral; a que los neumáticos tengan un desgaste desigual; que la rueda esté ligeramente frenada; a carga mal repartida y, lo más probable, a una alineación incorrecta y desbalanceo de las ruedas.
Otro efecto posible es la vibración en adoquinados. Esto se debe al exceso de presión en los neumáticos delanteros. Si la dirección vibra al frenar en curvas, el amortiguador delantero del lado exterior del viraje está defectuoso. En cambio, si vibra al frenar en una recta se debe verificar la alineación del eje delantero y los elementos de la suspensión. Una vibración leve sobre asfalto, como un golpeteo, indica que la rueda delantera está desequilibrada. Para saber si es necesario alinear el auto revise con cuidado las cubiertas: el desgaste desparejo o irregular es síntoma de una mala alineación. Antes de hacer alinear el vehículo, haga revisar el tren delantero. Los elementos de éste (bujes, parrillas, brazos, extremos, etcétera) deben estar en buenas condiciones y no presentar desgaste o daños.